domingo, 6 de diciembre de 2009

Sonsoles San Román: Normas, conductas y valores entre suelos y fogones.


Encuentra en los cuentos valores machistas, de sumisión de la mujer y requisito imprescindible que aparezca un príncipe-hombre para que se cumpla el sueño o deseo de la mujer. Creo que se pueden analizar desde un punto crítico pero también viendo una parte positiva del cuento sino ¿para qué leer y transmitir estos cuentos a nuestros alumnos/as en un futuro o a nuestras/os hijos/as? Y recalcando valores positivos que también los hay. La Cenicienta, es un cuento moral.
En la Cenicienta se introducen elementos que llenan de sentido y significado al modelo ideológico y moral que impregna los contextos en que se inscriben relatos envueltos en el mundo de los miedos, más efectivos lanzados sobre el foro femenino de una mujer no querida y despreciada por su entorno.
Los miedos limitan el deseo. Cenicienta tiene miedo a sus hermanastras, a la madrastra, a ser despreciada, a la soledad.
Las hermanastras son moralmente feas, malas, egoísta y La Cenicienta es humildad, ingenuidad, obediencia y paciencia lo que hará que Cenicienta sea premiada por el hada madrina que le ofrece toda su ayuda y cariño convirtiéndola en princesa por unas horas.
Cenicienta pasa de vivir en un mundo de cenizas (de esta palabra el nombre de Cenicienta) a vivir bajo un poder patriarcal que la produce bienestar y seguridad. Y es cuando aparece el príncipe.

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